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    En los últimos tiempos, se está difundiendo un anglicismo, fast fashion, que hace referencia a un consumo rápido y excesivo de ropa de tendencia que se compra barata, se utiliza poco tiempo y enseguida se tira para sustituirla por otras prendas de las mismas características. De qué es el fast fashion y de cuáles son sus consecuencias para el planeta hablamos en el siguiente artículo.

    Significado de fast fashion

    Literalmente, fast fashion significa “moda rápida” y, como hemos avanzado, hace referencia a la ropa barata que replica las últimas tendencias de la moda, de ahí su atractivo, y que se fabrica en grandes cantidades, lo más rápidamente posible, para ser vendida al por mayor a todo el planeta.

    Además de barata, es ropa de baja calidad, diseñada para estropearse pronto, que se usa solo durante el tiempo que está de moda una determinada tendencia, se tira y es sustituida por otra de las mismas características, manteniendo así el ciclo de consumo ávido y excesivo en el que es más importante la cantidad de prendas, que siguen tendencias efímeras, que la calidad.

    En otras palabras, el fast fashion compone un círculo en el que la producción masiva de ropa y el consumo acelerado se retroalimentan, disminuyendo notablemente el tiempo de vida de cada prenda, tanto que podemos hablar de ropa de usar y tirar.

    Consecuencias del fast fashion

    Ahora que ya sabemos qué es el fast fashion, puede que nos parezca poco importante la cantidad de prendas que compramos al año, su modo de fabricación o qué hacemos con ellas una vez se estropean y queremos sustituirlas por otras nuevas y a la última. Pero lo cierto es que este modo de consumo que se está imponiendo con fuerza en los países desarrollados tiene consecuencias para la salud del planeta y, por supuesto, de sus habitantes, lo que, lógicamente, nos incluye también a las personas.

    ¿Cómo afecta el fast fashion al medio ambiente? Vamos a ver detalladamente cuáles son las consecuencias:

    • Fabricar continuamente un elevado número de prendas supone un gasto ingente de recursos naturales que son limitados, como el agua. Para fabricar cada pieza de ropa se necesitan miles de litros.
    • Agrava el derroche que, como hemos dicho, las prendas no son duraderas, sino que se tiran en cuanto llega una nueva tendencia y dejan de estar de moda. Toneladas de ropa van a la basura todos los años, lo que también supone un problema de gestión de residuos.
    • Incrementa exponencialmente la contaminación, más porque se fabrica en países menos desarrollados, sobre todo asiáticos, que no cuentan con una legislación medioambiental exigente. Esto dispara la contaminación del entorno natural y las emisiones de dióxido de carbono. De hecho, la industria del fast fashion es una de las grandes responsables de estas emisiones a nivel mundial. Las prendas pueden contener sustancias químicas tóxicas.
    • Para maximizar los beneficios, las empresas deslocalizan la producción, llevándola, como hemos dicho, a países en desarrollo en los que las personas trabajadoras no cuentan con los mínimos derechos laborales exigibles, por lo que, en numerosas ocasiones, se puede hablar de explotación, salarios bajos o accidentes.

    Cómo evitar el fast fashion

    En vista de las desastrosas consecuencias que el fast fashion tiene para el planeta y sus habitantes, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para paliar sus efectos. Pero, ¿cómo solucionar el fast fashion?

    Por supuesto, el primer paso sería informarnos antes de comprar una prenda de ropa y preguntarnos si de verdad la necesitamos. De esta manera, evitaremos realizar compras compulsivas.

    Una vez comprada la ropa, debemos optar por reutilizarla y darle una segunda vida cuando ya no nos la vayamos a poner.

    También debemos preocuparnos por cuidar la ropa para conservarla en buen estado por más tiempo. Por ejemplo, si nos manchamos, conviene que actuemos de inmediato. De esta forma, es más sencillo eliminar la mancha y mantener la prenda como nueva, al evitar que la suciedad se incruste en la tela.

    Por otra parte, podemos escoger productos de limpieza que contribuyan al cuidado de tejidos y colores para alargar la vida útil de nuestra ropa. También debemos evitar limpiadores que puedan resultar demasiado agresivos para los tejidos, como la lejía, que los puede estropear y amarillear, reduciendo la vida de nuestras prendas.

    De entre los productos específicos recomendados para cuidar la ropa y, en consecuencia, alargar su vida en nuestro armario en perfecto estado destacan Vanish Oxi Action Multi Poder en polvo y Vanish Oxi Action Multi Poder en gel.

    Vanish Oxi Action Multi Poder en polvo

    Destaca por eliminar las manchas rápido y a la primera, hasta las más difíciles, incluso en agua fría y en ciclos cortos de lavado, lo que facilita el cuidado y la limpieza profunda de la ropa. Además, como no contiene lejía, es seguro para tejidos y colores, manteniendo la prenda en perfecto estado por más tiempo. Su potencia limpiadora consigue eliminar hasta las manchas que pasan desapercibidas.

    Está disponible para prendas blancas y de color. En ambos casos, mantiene y revive los colores en cada lavado, lo que nos permite disfrutar de prendas en perfectas condiciones durante más tiempo.

    Vanish Oxi Action Multi Poder en gel

    Es un gel concentrado que actúa como potenciador del lavado y quitamanchas, efectivo incluso en agua fría. Destaca por cuidar la ropa en cada lavado, alargando su vida gracias a su fórmula multi poder avanzada que consigue eliminar manchas de todo tipo a la primera, aunque sean difíciles, evitar los desteñidos, revivir los colores, acabar con los malos olores y lograr una limpieza profunda. Además, como no tiene lejía, es seguro para los tejidos y los colores. En definitiva, prendas perfectas por más tiempo contra el fast fashion.

    Descubre qué es el fast fashion y cuales son sus consecuencias.