Todos necesitamos lavar nuestra ropa con frecuencia para mantenerlas en buen estado y oliendo bien. Sin embargo, lavar siempre en un ciclo con agua caliente, e incluso templada, no solo malgasta una energía valiosa, sino también tu dinero. La acción de calentar el agua para lavar tu colada consume mucha energía, que tendrás que pagar, y simplemente pasar a un lavado en frío (30º C) varias veces a la semana puede suponer un cambio positivo en tu huella de carbono. De hecho, lavar cuatro de cinco cargas de ropa en agua fría podría reducir las emisiones de CO2 en 391 kg al año.*
Cuándo debo usar un lavado con agua caliente
Lavar la ropa con agua caliente es más efectivo para matar los gérmenes y eliminar las manchas más difíciles. Por tanto, las prendas muy sucias o ciertos tipos de tejidos resistentes, por ejemplo el algodón, deberían lavarse con agua caliente.
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